Remo Master REMO ARGENTINO: El Arte del Remo

REMO ARGENTINO

Punto de encuentro para quienes busquen info de remo argentino

El Arte del Remo

Hemos creado una nueva sección en la página, con el fin de publicar lo que varios autores han escrito sobre el remo. La idea es poder brindar un espacio de esparcimiento, donde puedas disfrutar de nuestro deporte en una forma distinta. Seguramente con algunos párrafos puedas sentirte identificado, y descubrir qué a muchos otros les ha pasado lo mismo que vos viviste arriba de un bote o mirando una regata desde la costa.
Esperamos que los textos que hemos publicado sean de tu agrado.

Arrancamos la sección con poemas de Gabriel Alto Caldirola, un poeta del remo oriundo de Mendoza; y con una recordada carta escrita por Alberto Demiddi luego de la final olímpica del 72.

Para comenzar, van las palabras recibidas en el mail de Gabriel y uno de sus poemas:

Queridos Hermanos del Remo. Cuando se habla de este deporte, hay que ponerse de pie, mas o menos como el Turismo de Carreteras del ayer.
Hoy son esos dìas en que las làgrimas son el sudor del alma. Y como buèn remero hay que dejarla en una cancha, o en el abrazo de la gente que comparte la locura de un bote en el agua.
Les pido que lo esparzan por el mundo, pero que reserven mi autorìa, la inspiraciòn son una de las cosas que le quiero dejar a mi hijo.
Un Abrazo a todos

REMO.

Remo, remo, remo . . .
Remo hasta agotar mi deseo,
remo con el alma y el sentimiento,
hasta que mis mùsculos,
agonicen deshechos.

Remo aunque mi piel sea carne viva,
por las ampollas en manos y dedos.

Remo desde los calores ardientes de verano,
hasta las temperaturas bajo cero,
desde las mañanas anaranjadas de destellos,
hasta que las estrellas se posen en el firmamento.

Introduzco las palas de los remos,
que son como alas acariciando el agua,
viendo como la popa avanza,
mientras brazos, piernas y espalda,
trabajan como màquinas.

El bote, esa maravilla sencilla se desplaza,
como un pàjaro en pleno vuelo,
como un aviòn en el cielo,
o un delfìn en el ocèano.

Remo, sintiendo que huyo de la realidad a un mundo perfecto,
donde no hay hambre, donde no hay guerras,
el de la paz, el de los poetas y los versos.

Y cuando corro por los cerros,
y cuando con mi bicicleta hacia las alturas trepo,
al entregarme al sublime placer del sexo,
o escribiendo, tambièn remo,
porque lo llevo en el pensamiento.

Remo para que el día de mañana,
cuando padre, cuando abuelo,
relatar historias que no son imaginarios cuentos,
destinados a dar sanos ejemplos ,
a generaciones a través del tiempo.

Remo un bote de competencia,
o un simple bote de paseo,
remo como puedo,
aùn cuando duermo,
porque remar,
es, fuè y serà un sueño.

Gabriel Alto Caldirola

Si querés acceder a la sección hacé click en este vínculo El Arte del Remo
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